Pues eso, vamos a abandonas este periodo vacacional, básicamente causado por la ausencia de cualquier hecho noticiable para la carrera de este año hasta el momento. Diablos, hasta Pixar ha fallado por lo que parece (lo que deja la carrera de Mejor Película de Animación este año bastante abierta...). Como introducción, vamos con lo que muchos de vosotros habréis ya oído, que es el enésimo cambio de reglas de la Academia. Como ya hemos discutido antes, el cambio de 5 a 10 películas nominadas en la categoría de Mejor Película introdujo esa cosa tan maravillosa de las preferential ballots que hizo que sólo los demasiado interesados en estas cosas comprendiéramos como funcionaba. Ahora, se ha dado una nueva vuelta de tuerca: el número de películas nominadas va a ser a partir de ahora voluble.
La nueva regla establece que el número de películas nominadas será de entre cinco y diez. ¿Y cómo se determinará ese número?, pues de manera sencilla no, claro. Aún no se han publicado las reglas en la página oficial de la Academia, pero se sabe que para ser nominada, una película tendrá que tener un mínimo de el 5% de los votos totales como primera selección. Vamos a explicar esto: en las primeras papeletas que se envían a los académicos, que este año saldrán el 27 de Diciembre (con lo cual todos las tendrán el día siguiente a que termine el periodo de eligibilidad, el 31 de Diciembre), y que serán más o menos como la que aparece en la foto, aparecen un montón de espacios en blanco en los cuales los votantes escriben los nombre de sus candidatos preferidos. En el apartado de mejor película aparecen diez espacios a cubrir, y en esta categoría están numerados. Es decir, los votantes deben ordenar las películas por orden de preferencia. Esto ya era importante porque con el voto preferencial un voto en el nº 1 valía diez veces más que un voto en el nº 10. De todas maneras, con el sistema vigente hasta ahora una película apreciada pero no adorada que, por decir algo, apareciera en el 90% de las papeletas con votos en las posiciones 2 a 8, tenía asegurada la nominación en el grupo de diez. Ahora, hay un nuevo obstáculo: si una vez contados los votos la película termina por debajo de la quinta posición, sólo estará nominada si como mínimo un 5% de los votantes la ha seleccionado como la mejor película del año.
Como no podía ser de otra manera, hay multitud de dudas sobre este nuevo sistema, máxime cuando aun no se ha publicado las reglas oficiales. Por ejemplo, algo que no sólo puede ocurrir sino que lo más probable es que ocurra es que una película que quede como quinta en la clasificación general no llegue a ese 5% y que la sexta o séptima sí que llegue (hay películas muy divisivas que algunos votarán como primera y otros no tendrán entre sus diez). ¿Qué pasa en ese caso?, ¿habría seis nominados o la quinta quedaría fuera?, no está nada claro. Aunque lo más complicado es el efecto gato de Schrödinger (o algo) : muchos académicos votarán no por la que consideren que es la mejor película, sino por la que consideren que merece ser nominada y lo tiene más complicado, por lo que el sistema no reflejará más adecuadamente los gustos de los votantes, sino que modificará sus votaciones.
En fin, lo único que está claro es que la Academia consideraba que la nominación se había puesto demasiado barata y que se había devaluado, y que a partir de ahora las predicciones se ponen más difíciles que nunca. O sea, más diversión. En breve (prometido), el primer examen de lo que está por venir este año.