Pasamos a examinar las perspectivas para los Oscar a los actores secundarios o de reparto. Primero, una consideración en cuanto a lo que se considera actor secundario: aquí cabe todo. Se han dado premios a actores que apenas salían unos minutos en pantalla (los ejemplos más citados son Anthony Quinn en "El loco del pelo rojo" con veintitres minutos en pantalla y Judi Dench en "Shakespeare in love", con ocho minutos en pantalla, aunque el record lo tiene Beatrice Straight, premiada por "Network", con seis minutos) y se han considerado secundarios a actores que salían en todas las escenas de sus películas (los casos más exagerados son los de Ethan Hawke en "Training day" y Jamie Foxx en "Collateral"). La única regla válida aquí es que si el nombre del actor aparece en grande y en solictario antes del título de la película en el cartel no es secundario; después de eso, todo vale. En general, de todas maneras, hay dos arquetipos de secundario: integrante de un reparto coral, con muchos papeles de relevancia sin un protagonista claro, o papel corto pero importante en la trama de la película.Este año los dos premios secundarios parecen los más fáciles de predecir de todos los premios importantes, y estamos de acuerdo en que apostar contra las opciones favoritas sería una buena manera de perder el dinero, pero no nos jugariamos la casa tampoco. Porque esta categoría ha mostrado algunos de los premios más inesperados de los últimos años: recordemos que Ed Harris era ultrafavorito en 1995 por "Apollo 13" y perdió contra Kevin Spacey en "Sospechosos habituales" (el premio más merecido de la historia, a nuestro entender), lo que lo convirtió en ultramegahiperfavorito en el 98, por "El show de Truman"... cuando perdió contra James Coburn, por "Aflicción". Más recientemente, en el 2006, Eddie Murphy era el claro frontrunner por "Dreamgirls", pero el premio fue para Alan Arkin por "Pequeña Miss Sunshine". Así que no todo está decidido... aunque casi.
jueves, 28 de enero de 2010
It´s Oscar time!!! - Mejor actor secundario
Estos son los favoritos para recibir el premio al mejor actor secundario:
- Christoph Waltz - "Malditos bastardos": El favorito sin discusión. Lo tiene todo: nada menos que 21 premios hasta ahora (incluyendo el Globo de Oro, el SGA y hasta el mejor actor del Festival de Cannes), un personaje tan repugnante como fascinante y su interpretación es portentosa, sin duda alguna lo mejor de la película. Además tiene en su favor el factor consolación: desde 1990, nada menos que en 13 ocasiones el premio al mejor actor secundario o a la mejor actriz secundaria ha ido a parar a actores de películas nominadas a la Mejor Película que no lograron ningún otro premio importante. Es decir, los académicos prefieren votar por un actor que aparece en una película que ha gustado lo suficiente para ser nominada pero que intuyen que no va a ganar, y esa es "Malditos bastardos". Ninguno de sus principales rivales tiene esa ventaja. Lo único que puede jugar en su contra es su condición de novato en estas lides, pero no creemos que sea un obstáculo.
- Woody Harrelson - "The messenger": Este ha sido el año del retorno de Woody, tanto al gran cine comercial (su divertidísimo cameo en "2012" y su Tallahassee de "Zombieland") como al cine independiente, tanto en esta película como en la muy esperada (por nosotros) "Defendor", donde interpreta a un superheroe de mercadillo y psiquiatra enfrentado al Capitán Industria. En "The messenger" interpreta a un oficial del ejército norteamericano que tiene la poco envidiable tarea de comunicar a los familiares de los soldados muertos en acción su fallecimiento, y todos los comentarios coinciden en que aprovecha este bombón de papel. Ya hemos dicho que la Academia adora los comebacks y sería uno de los favoritos si no fuera por Waltz, además de la poco fuerza de su película en el resto de apartados. Suma puntos para otro año.
- Stanley Tucci - "The lovely bones": Tucci no ha retornado porque siempre ha estado ahí. Este hombre con cara de mafioso (ha interpretado a Lucky Luciano y a Frank Nitti, entre otros) es uno de los secundarios más prolíficos de los últimos veinte años, trabajando en cine y televisión (inolvidable su Richard Cross en "Murder One") y expandiendo poco a poco su rango de personajes, bordando tanto los magnates agresivos (lo mejor de "La pareja del año) como los buenazos pusilánimes ("El diablo viste de Prada"). Este ha sido un muy buen año para él (en lo profesional, puesto que en abril falleció su mujer): a su alabado papel de marido de Julia Childs en "Julia & Julie" le sucedió un papel tan alejado de sus composiciones anteriores como de el acostumbrado retrato hollywoodiense de psicópata sexual. Su George Harvey de "The lovely bones" es estremecedor en su banalidad y logra esquivar los excesos en los que habrían incurrido la mayoría de actores sin dejar de ser por ello terrorífico. De nuevo le pesa la (injustificada) mala fama crítica de su película, y de nuevo afirmamos que esta nominación se añade a su hoja de méritos que, sin duda, seguirá creciendo.
- Christopher Plummer - "The last station": !Quién nos iba a decir que el Capitán von Trapp tendría una carrera tan larga y productiva!. Su biografía en IMDb.com abre con una frase tan demoledora como certera "Christopher Plummer es probablemente el mejor actor (en lengua inglesa, se entiende) post-2ª guerra mundial que no ha sido nunca nominado a un Oscar". Pues no seremos nosotros los que discrepemos. Su enorme Mike Wallace de "El dilema" ya debió valerle cuanto menos una candidatura, y esperamos que su Leon Tolstoi lo consiga.
- Matt Damon - "Invictus": ya hemos visto "Invictus", y lamentablemente debemos decir que es una de las películas más flojas de Clint Eastwood de los últimos años, lo cual quiere decir que está entre las quince mejores del año en lugar de entre las tres mejores (lo siento, Clint, pero es culpa tuya por acostumbrarnos mal). Desde luego no es culpa de Damon, que solventa con profesionalidad el rol de François Pienaar, capitán de aquel mítico equipo de rugby de Sudafrica de 1995, y que personifica en la película la Sudáfrica blanca que toleró sin pestañear el apartheid para ver luego con recelo la subida de Mandela al poder. Creemos que aquí se reconocerá más un año (con "El soplón") y sobre todo una carrera más que interesante: creemos que Matt Damon es ni más ni menos que un buen actor que ha mejorado constantemente año tras año y que tiene el buen gusto de rodearse en sus proyectos de enormes actores que, al tiempo que le ayudan a mejorar, oscurecen sus interpretaciones por contraste ("Infiltrados", "El buen pastor", "Syriana", "Rounders"... qué buena es "Rounders", por cierto; esperamos con ansia la anunciada segunda parte). Otro que acumula buenas notas a la espera de un año sin Waltz.
Otras posibilidades:
- Christian McKay - "Me and Orson Welles": Una historia curiosa: el señor McKay era un joven prodigio del piano en su Inglaterra natal hasta que a los veintiun años decidió estudiar interpretación. Posteriormente, alcanzó cierta fama con su representación del monólogo "Rosebud", en el que interpretaba a Orson Welles, y fue en una representación de esta obra en Nueva York donde Richard Linklater se convenció de que era el actor que necesitaba para su proyecto sobre un montaje de "Julio César" con actores adolescentes dirigido por El Genio. Todo apunta que la resistencia de los productores a dar este papel a un debutante absoluto fue contrarrestada hábilmente con el cast de Zac Effron para el protagonista (el sr. Linklater sabe latín), y todo aquel que ha superado su lógica resistencia a ver una película con un protagonista común con "High School Musical" se ha enamorado de la interpretación de McKay. De si estos últimos han sido los suficientes depende que entre en la lista de cinco, probablemente en sustitución de Matt Damon.
- Alfred Molina - "An education": su retrato de padre que intenta ser severo pero fracasa miserablemente es de lo más divertido y tierno que hemos visto últimamente, y destaca en una película en la que el reparto al completo es excepcional. Tiene una posibilidad.
- Paul Schneider - "Bright star": la película de Jane Campion sobre el poeta John Keats sonó mucho a mediados de año como una de las favoritas para los premios, pero se ha ido deshinchando a medida que pasaba el tiempo. Actualmente, sólo suenan como posibles candidatos su protagonista Abbie Cornish y Schneider como el amigo y albacea de Keats Charles Armitage Brown. Ha sido uno de los pocos que ha logrado arrebatar un premio a Waltz (la Asociación Nacional de Críticos de los Estados Unidos, aunque ex-aequo con el austríaco), así que tiene posibilidades, aunque su problema es la poca visibilidad de su película.
- Alec Baldwin - "No es tan fácil": El señor Baldwin, después de ser durante años el hazmerreir de Hollywood y del mundo (especialmente de "South Park") va a tener que ampliar su mansión para que le quepan todos los premios que le están dando por "30 Rock". Y lo cierto es que, pese a que nos parece un buen actor y le daríamos ya un Oscar retroactivo por "Glengarry Glenn Ross" (los diez minutos mejor aprovechados de la historia del cine), seguimos pensando que en los últimos años se interpreta a sí mismo, un simpático caradura de vuelta de todo y sin ningún tipo de complejo que dice en cada momento lo primero que se le pasa por la cabeza. En cualquier caso, lo cierto es que cae bien a todo el mundo y su película es muy divertida gracias sobre todo a él. Además, va a presentar este año, por lo que es un aspirante serio.
- Anthony Mackie - "The hurt locker": el problema de hacer una interpretación naturalista de un personaje siendo un novato es que no te van a reconocer lo bien que lo haces, y mucho nos tememos que eso es lo que va a pasar con Mackie, el subordinado de Jeremy Renner en "En tierra hostil". Su interpretación es crucial para que la película sea tan realista y absorbente como es, pero es mucho menos vistosa, por lo que sus posibilidades son mínimas. Nos encantaría que lo nominaran.
- Peter Capaldi - "In the loop": en las antípodas de lo anterior está Capaldi, que hace de su Malcolm Tucker, director de imagen del primer ministro inglés en el preludio de la guerra contra Irak, el mayor hijo de Satanás que se haya visto últimamente y se divierte horrores haciéndolo. La arrogancia e insolencia del personaje son sólo comparables a la agresividad y inventiva de sus continuos insultos a todo lo que se mueve a su alrededor. Su nominación sería un reconocimiento a la frescura y mala leche de su película.
Siguiente: mejor actriz secundaria.
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